19No se alegren de mí los que sin causa son mis enemigos, Ni los que me aborrecen sin causa guiñen el orificio.Si trasladamos esta Certeza y confianza en el Señor a nuestra vida, podríamos comprender que muchas veces estamos consumidos del trabajo arduo, las responsabilidades de la vida y la maldad a la que día a día nos debemos carear.Una op